Día 2: Visita al "Lyceé Saaba"

Creo que ya lo dije, pero en Burkina hace mucho calor. Así que por la mañanas intentamos salir bien temprano, tipo 7, pero no siempre lo logramos. Normalmente a mi me cuesta despertarme, pero la ausencia de cortinas me ayuda en mi cometido. Además entre las 4 y las 5 de la mañana, cada día, se oyen unos cánticos y un sonar de campanas, que según Moumouni son para llamar a misa, ya que estamos en la catedral. Perdonen mi incredulidad, pero, quién va a misa a las 5 de la mañana? Mi teoría es que lo hacen simplemente para despertar a la gente y que comiencen el día temprano, que es cuando hace más fresquito (unos 25º), al menos conmigo funciona.

Así que el martes por la mañana bien temprano pasamos a buscar al carpintero y nos fuimos para la escuela de Saaba. Esto es un país "normal", son 30 minutos. En Ouaga nunca se sabe. En este caso significó: llamar al carpintero, ir a buscarlo, esperar a que consiga una moto, ir a desayunar, volver a buscarlo, parar en el camino porque el carpintero tiene que negociar algo con alguien que le queda de pasada, parar para ponerme protector solar porque me estoy asando, parar nuevamente porque se salió la cadena de la moto, ir a un taller y finalmente arrivar a la escuela. Así que más o menos a las 11 del mediodía llegamos a la escuela de Saaba, la mejor hora para visitar un aula con techo de chapa y sin ventiladores.

La escuela como veis es enorme. Son 2138 alumnos, aproximadamente. Pero no solo es enorme en alumnos, si no en extensión, parece como si fuera un campus universitario (y el campus parece un pueblo, incluso lo atraviesa un río!). A todo esto mi nivel de francés va mejorando, ya soy capáz de decir "hola" en varias formas y "mucho calor". Por suerte mi comprensión va un poco más allá y mientras Moumouni se reune con directivos y profesores voy cazando palabras al vuelo, si no me aburriría mucho. En Ouaga charlar es deporte nacional. Todo el mundo quiere saludar a todo el mundo y quiere "charlar" al llegar y al irse uno.

El aula está en bastante buen estado y hay algunas mesas con ordenadores más o menos viejos. Algunos los vamos a aprobechar, otros son demasiado viejos como para conectarse a Internet. La sala está hecha a la burkinabesa, los cables por el suelo, piezas tiradas por ahí y todo lleno de polvo, pese a estar cubierto por una tela. La sala se hizo para que el gobierno les pusieran Internet, pero solo se usó un día, ya que no disponen de formadores, ni de plan de formación. Solo hay un profesor que estudió informática en Rusia en las épocas cuando Burkina coqueteaba con el comunismo. Así todo este profesor, Bambará Issa, nos ha sido y nos será de mucha ayuda, dándonos su opinión desde el punto de vista de un profesor y ayudando al mantenimiento de los ordenadores.

A mi lo que me sorprende, es como han sobrevivido a una clase en esa sala con el techo de chapa y sin ventiladores! Nosotros estuvimos allí una hora y a mi casi me da algo del calor. Además cuando salimos el director se quería despedir y tuvimos que esperarlo. Luego al salir de la escuela al carpintero lo llamaron para hacer un presupuesto y otra vez a esperar.

Hay muchas más cosas para contar, pero es que si me extiendo cada Blog se hará interminable! Vamos poco a poco... Os dejo aquí el plano del aula que hemos diseñado para la escuela de Saaba.

Hasta pronto!

Fernando